Este alimento común aumenta el riesgo de demencia, según Harvard.
- Claudio Marzan
- 14 feb
- 3 Min. de lectura
¿Sabías que un alimento que consumes casi a diario podría estar aumentando tu riesgo de desarrollar demencia? Según un estudio reciente de la Universidad de Harvard, este producto, presente en la mayoría de las dietas modernas, está relacionado con un mayor deterioro cognitivo. En este artículo, te contamos cuál es y por qué deberías reconsiderar su consumo.
El estudio que encendió las alarmas
Investigadores de la Escuela de Salud Pública de Harvard analizaron los hábitos alimenticios de más de 10,000 personas durante un período de 10 años. Los resultados, publicados en la revista Neurology, revelaron que el consumo excesivo de alimentos ultraprocesados está asociado con un mayor riesgo de demencia y deterioro cognitivo.
¿Qué son los alimentos ultraprocesados?: Estos productos incluyen bebidas azucaradas, snacks salados, comidas precocinadas y otros alimentos que han sido modificados industrialmente para ser más sabrosos, duraderos y atractivos.
El hallazgo clave: Las personas que consumían más del 20% de sus calorías diarias en forma de alimentos ultraprocesados tenían un 28% más de riesgo de desarrollar demencia en comparación con quienes consumían menos del 10%.
¿Por qué los alimentos ultraprocesados son tan dañinos?
Los alimentos ultraprocesados no solo son altos en azúcares, grasas saturadas y sodio, sino que también contienen aditivos químicos que pueden afectar negativamente al cerebro.
Aquí hay algunas razones por las que son tan perjudiciales:
Inflamación crónica: Los aditivos y conservantes pueden desencadenar una respuesta inflamatoria en el cuerpo, lo que se ha relacionado con el deterioro cognitivo.
Daño a la barrera hematoencefálica: Algunos estudios sugieren que los componentes de estos alimentos pueden debilitar la barrera que protege al cerebro de toxinas y patógenos.
Falta de nutrientes esenciales: Los alimentos ultraprocesados suelen ser pobres en vitaminas, minerales y antioxidantes, que son cruciales para la salud cerebral.
Los alimentos que deberías evitar
Según el estudio de Harvard, estos son algunos de los alimentos ultraprocesados más comunes que podrían aumentar el riesgo de demencia:
Bebidas azucaradas: Refrescos, jugos envasados y bebidas energéticas.
Snacks salados: Papas fritas, galletas saladas y pretzels.
Comidas precocinadas: Pizzas congeladas, hamburguesas y nuggets.
Dulces y postres: Galletas, pasteles y helados.
Alternativas saludables para proteger tu cerebro
No todo está perdido. Si bien los alimentos ultraprocesados son convenientes y sabrosos, hay opciones más saludables que pueden ayudarte a proteger tu cerebro:
Frutas y verduras frescas: Ricas en antioxidantes, vitaminas y fibra.
Granos enteros: Avena, quinoa y arroz integral.
Proteínas magras: Pescado, pollo, legumbres y frutos secos.
Grasas saludables: Aguacate, aceite de oliva y semillas.
Pequeños cambios, grandes beneficios
Reducir el consumo de alimentos ultraprocesados no solo puede proteger tu cerebro, sino también mejorar tu salud en general. Como dice el Dr. David Ludwig, profesor de Harvard y coautor del estudio: "Cada pequeña elección que hacemos en nuestra dieta puede tener un impacto significativo en nuestra salud a largo plazo".
¿Listo para cuidar tu cerebro? Comienza hoy mismo revisando tu dieta y reduciendo los alimentos ultraprocesados. Si ya has hecho cambios, ¿cómo ha impactado en tu bienestar? Comparte tu experiencia en los comentarios. Y si quieres más consejos sobre cómo proteger tu salud cognitiva, suscríbete a nuestro newsletter. ¡Gracias por leernos!
Fuentes científicas:
Estudio de Harvard:
Harvard T.H. Chan School of Public Health. (2025). Ultra-processed foods and cognitive decline: A longitudinal study. Neurology.
Alimentos ultraprocesados y salud cerebral:
Monteiro, C. A., et al. (2019). Ultra-processed foods: What they are and how to identify them. Public Health Nutrition.
Inflamación y deterioro cognitivo:
Franceschi, C., & Campisi, J. (2014). Chronic inflammation (inflammaging) and its potential contribution to age-associated diseases. The Journals of Gerontology.
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