Pereza y falta de voluntad.
- Claudio Marzan
- 14 feb
- 3 Min. de lectura
Cómo las emociones influyen en tu tendencia a postergar.

¿Alguna vez has pospuesto una tarea importante sin una razón aparente? La pereza y la falta de voluntad son problemas comunes que afectan a muchas personas, pero ¿sabías que detrás de esta tendencia a postergar hay emociones profundas que influyen en tu comportamiento? En este artículo, exploramos cómo las emociones pueden ser las responsables de tu procrastinación y te damos consejos prácticos para recuperar el control.
Las emociones detrás de la pereza
La pereza no es simplemente una falta de ganas de hacer algo; a menudo es el resultado de emociones subyacentes que no estamos gestionando adecuadamente. Algunas de las emociones más comunes que pueden llevar a la postergación incluyen:
Miedo al fracaso: El temor a no hacer las cosas perfectamente puede paralizarnos y hacernos evitar la tarea por completo.
Ansiedad: La sobrecarga de tareas y la presión pueden generar ansiedad, lo que nos lleva a postergar para evitar el estrés.
Falta de motivación: Cuando no encontramos un propósito claro en lo que hacemos, es fácil caer en la pereza.
Agotamiento emocional: El cansancio mental y emocional puede hacer que incluso las tareas más simples parezcan abrumadoras.
Cómo las emociones influyen en la falta de voluntad
Las emociones no solo afectan nuestro estado de ánimo, sino también nuestra capacidad para tomar decisiones y actuar. Según un estudio publicado en Psychological Science, las emociones negativas pueden reducir nuestra capacidad de autocontrol, lo que nos lleva a postergar tareas importantes.
El papel de la dopamina: La dopamina, un neurotransmisor asociado con la motivación y la recompensa, juega un papel clave en la falta de voluntad. Cuando estamos estresados o ansiosos, los niveles de dopamina pueden disminuir, lo que nos hace sentir menos motivados.
El ciclo de la procrastinación: Postergar una tarea puede proporcionar un alivio temporal, pero a largo plazo, aumenta el estrés y la ansiedad, creando un círculo vicioso.
Consejos prácticos para superar la postergación
Si te identificas con la tendencia a postergar, no te preocupes. Hay estrategias que puedes implementar para recuperar el control:
Divide las tareas en pasos más pequeños: Las tareas grandes pueden parecer abrumadoras. Dividirlas en pasos más manejables puede hacer que sean menos intimidantes.
Establece metas realistas: Fija objetivos alcanzables y celebra tus logros, por pequeños que sean.
Gestiona tus emociones: Practica técnicas de mindfulness o meditación para manejar el estrés y la ansiedad.
Crea un ambiente propicio: Elimina distracciones y organiza tu espacio de trabajo para fomentar la concentración.
Busca apoyo: Habla con amigos, familiares o un profesional si sientes que la postergación está afectando tu vida.
Entender las emociones es el primer paso para cambiar
La pereza y la falta de voluntad no son defectos de carácter; son señales de que algo en nuestro mundo emocional necesita atención. Como dice la psicóloga Dra. Susan David: "Las emociones son datos, no directivas". Aprender a entender y gestionar nuestras emociones puede ser la clave para superar la tendencia a postergar y vivir una vida más productiva y satisfactoria.
¿Te identificas con la tendencia a postergar? ¿Qué emociones crees que están detrás de tu pereza? Comparte tus pensamientos en los comentarios. Y si quieres más consejos sobre cómo mejorar tu productividad y bienestar emocional, suscríbete a nuestro newsletter. ¡Gracias por leernos!
Fuentes y referencias:
Estudio sobre emociones y procrastinación:
Tice, D. M., & Baumeister, R. F. (1997). Longitudinal Study of Procrastination, Performance, Stress, and Health: The Costs and Benefits of Dawdling. Psychological Science.
Gestión emocional:
David, S. (2016). Emotional Agility: Get Unstuck, Embrace Change, and Thrive in Work and Life. Avery.
Dopamina y motivación:
Berridge, K. C., & Robinson, T. E. (1998). What is the role of dopamine in reward: hedonic impact, reward learning, or incentive salience? Brain Research Reviews.
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